Un hombre de unos 30 años de edad se enfrenta a una pena de dos años de prisión por haber robado y agredido a sus padres, posiblemente en un arrebato de agresividad que pudo estar relacionado con algún tipo de adicción.
El fiscal solicita está condena de ingreso en prisión además de prohibirle que pueda aproximarse a sus progenitores a una distancia no inferior a los 100 metros ni comunicarse con ellos por ningún medio durante un periodo de cinco años, en el caso de que sea declarado culpable del delito del que se le acusa.
Es la consecuencia de los hechos que protagonizó el inculpado el pasado 10 de agosto en la vivienda propiedad de sus padres situada en una urbanización de Sant Lluís. El hombre, natural de Maó, será juzgado el próximo martes en el Juzgado Penal número 1 de Maó.
Durante la tarde del 10 de agosto del pasado año, el acusado irrumpió en la casa de sus padres situada en una urbanización de Sant Lluís. Llegó muy nervioso y les exigió que le entregaran el dinero que tuvieran en el domicilio en ese momento. Como estos se negaron, con el propósito de infundirles temor sobre su integridad física, el joven comenzó a golpear varios muebles distribuidos por la vivienda además de empujar a su padre y a su madre a la que llegó a agarrar por las muñecas con fuerza. Finalmente logró apoderarse de su bolso y abandonar la casa. En uno de los compartimentos del complemento había depositados 6.000 euros que, al parecer, el joven no llegó a ver puesto que solo sustrajo 150 tal y como pudo comprobar la madre una vez recuperado después de que hubiese denunciado el incidente a la Policía y el padre también hubiera acudido en su búsqueda. El joven fue detenido posteriormente aunque no llego a estar privado de libertad.
Los hechos son constitutivos de un delito de robo con violencia e intimidación, con el agravante de parentesco. Los padres mantuvieron la denuncia por lo que el joven será juzgado este próximo martes. De ser declarado culpable deberá devolverles los 150 euros.