Las grabaciones de las cámaras de seguridad de la planta TIV incendiada el pasado lunes en Maó están siendo analizadas por el grupo científico del Cuerpo Nacional de Policía, en Palma, sin que por el momento, puedan haber aportado evidencias de intencionalidad, aunque el informe de la Policía Científica no está cerrado.
A día de ayer, Caritas, propietaria de la planta siniestrada, no había sido informada del contenido de las imágenes fundamentales para determinar si el incendio fue intencionado o no, y tampoco había podido acceder al interior de la nave que continúa precintada por el Cuerpo Nacional. Mientras no se desprecinte no podrán acometerse las tareas de retirada de los escombros.
La policía no ha tomado declaración a otros empleados de la planta, por el momento, lo que supone una evidencia más de que no se han encontrado indicios de que en el siniestro hubiera intervenido la mano del hombre.