La única carretera que permanecía cerrada por los efectos del 'cap de fibló' del pasado domingo, la de Maó-Fornells, vuelve a estar desde este miércoles abierta al tráfico en su integridad. La caída de árboles provocaron el cierre desde el cruce de Favàritx hasta el de Addaia.
La brigada de mantenimiento de carreteras del Consell ha trabajado desde domingo para retirar ramas y árboles de la calzada. También desde el domingo han actuado en otras zonas, como la de Na Macaret (retirada de rocas), desprendimientos en las de Alcaufar y Cala en Porter, entre otras.