Setephane Jean Michel Schmidt, conocido como el ladrón de coches por los seis vehículos que robó en Menorca entre finales de mayo y principios de abril de 2017, además de dos hurtos en restaurantes y uno con intimidación en el poblado de Talatí, ha visto ampliada su condena de dos años y medio de prisión, de momento en cuatro meses más debido a uno de los cinco nuevos delitos que cometió durante su sorprendente fuga el pasado mes de septiembre. Se le imputaron dos robos en dos casas, uno en un hotel rural, una tentativa de robo en una gasolinera y dos vehículos con los que se desplazó por la noche mientras durante el día permanecía oculto en un chalé de Binissafúller que había ocupado.
Schmidt, exmilitar francés de 44 años de edad, no regresó a la cárcel de Menorca el 6 de septiembre en el segundo permiso penitenciario del que disfrutaba desde su ingreso un año y cuatro meses antes. Estuvo una semana en busca y captura hasta que la Guardia Civil, con la colaboración de la Policía Local de Es Mercadal, consiguió detenerlo en una zona de los hortales en Ses Ramones, el día 13 por la mañana después de haber chocado el coche que había robado contra una pared y un BMW estacionado en la calle Tramontana cuando huía de una patrulla de la Policía Local desde la carretera de Fornells.
Durante esos 7 días ya se habían denunciado varios robos en la zona costera de Sant Lluís, que la Guardia Civil acabó atribuyendo al exmilitar francés de 44 años de edad.
Uno de ellos fue en un chalé de la calle Xaloc, en Punta Prima. Schmidt se llevó un ordenador, ropa, zapatillas deportivas y enseres personales que los agentes recuperaron tras su detención. Fue juzgado por este delito el mes pasado y admitió los hechos por lo que fue condenado, por conformidad, a 4 meses de cárcel y al pago de las prendas que hurtó.
Este mismo mes ha sido juzgado por el delito leve que supuso la ruptura de la puerta de cristal de la estación Mitjan Lloc, entre Maó y Alaior, en la madrugada del mismo día en que sería detenido. Intentaba entrar en la tienda para robar pero no pudo hacerlo. La cámara de seguridad de la gasolinera permitió identificarle, aunque Schmidt también admitió ser el responsable de los daños causados y la tentativa de hurto.
La sentencia por conformidad dictada el pasado día 9 por el juez del Juzgado de Instrucción número 1 de Maó le ha valido una multa de 60 días a razón de 3 euros diarios, e indemnización de 380 euros al dueño de la gasolinera por los desperfectos causados a la puerta.