Los ocho socorristas de Marsave que vigilan a diario la playa de Son Bou tuvieron que multiplicarse durante gran parte de la jornada del domingo en la que, hasta las 17.30 horas, habían tenido que realizar cinco rescates múltiples, algunos de ellos con riesgo y complicación.
El viento del sudeste que erizó el mar unido a la temeridad de algunos bañistas llegó a poner en peligro su integridad física. Las zonas de corriente estuvieron marcadas con bandera roja, y a partir de las 15 horas esa fue la bandera que ondeó en toda la playa.
A las 9.45 horas, cuando los socorristas llegaban a la playa vieron a tres personas agarradas a la boya redonda frente al restaurante Ses Garses. Abrieron la base de inmediato para coger el material de rescate y cuatro de ellos procedieron a remolcarles. Los rescatados presentaban síntomas de agotamiento y miedo pero no precisaron atención médica. El 112 ya había alertado de la situación. Se trataba de un turista italiano de 61 años, un ecuatoriano de 27 y otro italiano de 33, estos dos últimos, al parecer, habían acudido a socorrer al de mayor edad.
Poco después un turista inglés de 44 años y su hija de 12, con un hinchable, hicieron caso omiso a las indicaciones de los socorristas para que se retiraran de la zona de la corriente. Al cabo de unos minutos eran arrastrados mar adentro. Fueron necesarios dos efectivos y más tarde el apoyo de un tercero para ponerlos a salvo.