Menorca se encuentra este lunes en riesgo extremo de incendio forestal por las elevadas temperaturas que pueden alcanzar los 30 grados y las fuertes rachas de viento de hasta 45 kilómetros por hora, ha informado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
El viento soplará en las próximas horas con mayor intensidad y llegará a los 60 kilómetros por hora, por lo que se ha decretado este martes la alerta amarilla por fenómenos costeros adversos.
El responsable del cuerpo de Bomberos de Menorca, Joan Gorrías, ha reconocido la dificultad que supone actuar con rachas de viento.
"La vegetación la tenemos controlada porque en la primavera llovió mucho y está más húmeda. Sin embargo, la orografía y especialmente el viento preocupa porque complican mucho la extinción de un incendio. Los ciudadanos no deben descuidar las quemas controladas, el viento propagaría muy rápidamente las llamas", ha señalado a Efe.
Gorrías también se ha referido a la temporada de incendios que, a diferencia de años anteriores, llega marcada por el previsible descenso de turistas.
"Preocupa a nivel económico, pero en nuestro ámbito es evidente que reduce riesgos, pero no nos podemos relajar. El coronavirus no permitirá abrir este verano a muchos establecimientos turísticos, hoteles, restaurantes y apartamentos. Me da más miedo un incendio en un hotel con clientes por medio que en plena vegetación", ha asegurado.
Finalmente, el responsable insular de Bomberos reconoce que la plantilla se ha visto mermada por varias jubilaciones, pero no repercutirá en la organización.
"Tenemos siete plazas pendientes de cubrir, aunque otras temporadas con más turistas hemos sido menos y todo ha ido perfectamente. El servicio no se resentirá y confiamos en reforzar la plantilla a finales de año o principios del que viene", ha anunciado.
Actualmente, el parque de Bomberos de Maó está formado por 19 efectivos, mientras que en el de Ciutadella son 20.