La Guardia Civil a través del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) ha señalizado en lo que va de año siete artefactos explosivos para su destrucción en el fondo marino de Baleares, cinco de ellos en Menorca y dos en Mallorca.
Según ha informado el Instituto Armado en un comunicado, estos artefactos suelen ser proyectiles de mortero o bombas de aviación que llevan décadas en el fondo marino y la mayoría de las veces son avistadas por personas que practican deportes acuáticos, que comunican la zona aproximada.
En estos casos, los GEAS realizan una búsqueda para su localización exacta y señalización para su posterior destrucción, que llevan a cabo los buceadores de la Armada con sede en Cartagena apoyados por los GEAS según convenio establecido a tal efecto entre la Armada y la Guardia Civil.
El último de estos hallazgos, han explicado, tuvo lugar la pasada semana en la zona de Sa Mola en Menorca y se trataba de una granada de mortero sumergida a tres metros de profundidad, que se encontraba con la espoleta y la carga intacta, por lo que se balizó la zona por la peligrosidad de que explosionara si alguien la manipulaba.
Se señalizó bajo el agua con carteles diseñados para estos fines, con identificativos de Guardia Civil que advierten del peligro en varios idiomas.
Más tarde se activó el protocolo descrito, con el aviso a la unidad de la Armada que tiene la competencia en la destrucción de artefactos explosivos submarinos.
En una vigilancia marítima de costas realizada por el GEAS, en la zona donde se encontraba el proyectil, los agentes observaron en tierra a un hombre que había extraído la boya y el cartel que señalizaba la granada, alterando la zona de seguridad y poniendo en peligro la integridad de cualquier persona que se bañara en la zona, por lo que fue denunciado por estos hechos.
Desde la Guardia Civil se ha advertido a los ciudadanos, que si observan cualquier artefacto, como en este caso sumergido, o carteles avisando de peligro, o cualquier circunstancia que pueda causar duda, llamen al 062 para cuantas comprobaciones sean necesarias, no se manipule y mucho menos se mueva o extraiga, tanto el proyectil como las señalizaciones, para evitar accidentes.