Admitió haber incendiado doce contenedores en diversas calles de Ciutadella, entre finales de agosto y principios de septiembre del pasado año, tras su última detención voluntaria el día 25 de ese mismo mes. Desde entonces permanece en prisión preventiva y este viernes se someterá a juicio a prevención en el Juzgado de lo Penal, de Maó.
Se trata del joven ciutadellenc, de 29 años de edad, que ya fue condenado por el mismo delito hace cuatro años, como responsable de un delito continuado de incendio en Alaior, al haber quemado 20 contenedores en esa localidad. Entonces fue castigado con 2 años de prisión, pena que quedó suspendida por el plazo de cuatro años siempre que no volviera a delinquir, mientras iba abonando la responsabilidad civil que alcanzó los 23.500 euros por el valor de los desperfectos ocasionados.
El agravante de reincidencia ha sido considerado por el Fiscal en su escrito de acusación, al igual que el atenuante de trastorno mental que padece desde hace años. En suma, se va a enfrentar a una nueva condena de tres años y seis meses de prisión por el delito continuado de incendio cometido el pasado verano, y a tener que indemnizar a la propiedad de los contenedores, el Consorcio de Residuos de Menorca, con 11.249 euros, resultantes del valor de cada recipiente que alcanza los 749,95 euros.
Del mismo modo, deberá indemnizar a la compañía aseguradora de un vehículo que también resultó dañado por las llamas en uno de los incendios, con 2.102 euros. Además, el Fiscal pide una multa a razón de 6 euros diarios durante 15 meses, lo que supone otros 2.700 euros a los que deberá hacer frente.
Su abogado, José de Juan López, por contra, solicita en último extremo la condena mínima en función del «trastorno obsesivo compulsivo» de su cliente por el que seguía tratamiento y afectaba a su capacidad volitiva. De Juan explica que el acusado vio interrumpido el tratamiento que seguía por este trastorno al ingresar en prisión preventiva. También argumenta que tiene ocupación laboral y que admitió los hechos para pedir que no se le reclame ninguna indemnización.
El acusado reveló en sede judicial y policial que no podía contenerse cuando pasaba delante de un contenedor y que los quemaba porque sentía rabia y frustración. El abogado ha recurrido el auto de prisión provisional alegando que, dado su trastorno, debía ser ingresado en un centro psiquiátrico, pero la Audiencia Provincial rechazó este recurso hace apenas un mes.