Dos vigas del techo de un primer piso de una vivienda en la calle Rovellada de Dalt de Maó se desplomaron ayer, dejando un boquete en la cubierta. La mujer que reside en esa vivienda no sufrió daños.
Los bomberos de Maó tuvieron que intervenir para apuntalar la estructura, después de retirar todos los elementos que amenazaban peligro. Acudieron a la casa acompañados del arquitecto municipal que llevó a cabo una inspección.
Los propietarios de la vivienda deberán llevar a cabo obras de consolidación.
Haurien de fer inspeccions obligatòries cada certs anys, com a mínim a n'aquestes cases centenàries. Ja que són heredades i els nous hereus no els hi preocupa res més que cobrar el lloguer de cada mes.