Desde hace varios veranos, desde que se permite el alquiler de barcas sin título de patrón, los pequeños naufragios son una estampa habitual de la costa menorquina.
La de esta imagen corresponde a un accidente ocurrido el viernes, un día de calma, en el tramo comprendido entre Cala Mitjana y Trebalúger. La barca estaba ocupada por cinco chicas a las que otras embarcaciones prestaron auxilio enseguida. No hubo más consecuencias que el susto.
El descontrol que hay en la costa es brutal, aquí y en la gran mayoria de costas. El Mediterraneo ya es el mar más contaminado del planeta, el que sufre más presiones de todos tipo. Demasiados intereses económicos y muy poca inversión y respeto por la naturaleza. El lobby náutico consiguió convencer, ya os podeis imaginar como, a parte de llorar un poco, al gobierno de turno para que aprobara en el 2014 una ley a medida que ayudara a aumentar sus ventas facilitando la navegación sin titulo para embarcaciones de hasta 5 metros y 15 caballos. Una auténtica locura. Pero el mayor problema de todos viene de la propia legislación, de un vacío legal que afecta las ZONAS NO BALIZADAS y que genera demasiadas dudas, muchas disputas y un gran deterioro de la primera franja de costa. La ley considera la ZONA DE BAÑO en los espacios NO BALIZADOS una franja de 200 metros desde cualquier cala y 50 metros desde el resto de litoral. Curiosamente no se hace ninguna referencia al FONDEO.