La Policía Local de Es Castell ha extendido una sanción a un hombre «por alterar el orden y la tranquilidad públicas con escándalo», según el contenido de la denuncia, que es considerada leve, con una cuantía que puede llegar a 750 euros.
Los agentes le multaron a él porque fue quien se identificó en el muelle de Cala Corb, de madrugada, junto a otras 15 personas, en una noche de finales de agosto.
Otra integrante del grupo ha denunciado en las redes sociales que no estaban causando molestias puesto que no habían recibido quejas y cantaban canciones menorquinas como hacen otros veranos. Asegura que la Policía no bajó a Cala Corb y les justificó la sanción cuando ya se dirigían a recoger sus vehículos porque formaban un grupo de personas no convivientes, «cuando demostramos que en ese momento sí estábamos juntos en un hotel».
Sin embargo, cuando ha llegado la sanción el motivo que aparece, indica, es otro, la alteración del orden y la tranquilidad públicas. Considera que la policía quiso justificar su trabajo con esta sanción a residentes, «lo que es una vergüenza», al compararlo con la cantidad de botellones y fiestas ilegales impunes.
La versión policial, no obstante, señala que esta misma mujer ya había sido advertida en otra ocasión por la Policía, por los mismos hechos y en el mismo lugar, a principios del mes. Los agentes recibieron el aviso de un vecino por las molestias que le causaban las canciones entonadas a las 3.40 horas de la madrugada. De ahí que al llegar al lugar y comprobar la veracidad de lo que el vecino denunciaba, procedieron a extenderle la sanción que le ha llegado al afectado en los últimos días.