Ciutadellenc, de 37 años, y una larga hoja de antecedentes por delitos de violencia de género, pasará los próximos 15 años y un mes en prisión al haber sido condenando por el tribunal de la sección segunda de la Audiencia Provincial.
La sentencia dictada la pasada semana considera al hombre responsable de hasta cuatro delitos cometidos entre el 19 y el 22 de enero de 2020 contra la que había sido su pareja, una mujer argentina nacionalizada española, de 43 años, en el marco de una tortuosa relación. En esos días el reo la violó en repetidas ocasiones, la retuvo en la casa contra su voluntad y la agredió.
El tribunal tipifica los delitos como agresión sexual continuada con penetración, detención ilegal, lesiones y quebrantamiento de medida de alejamiento, con el agravante de discriminación por razón de sexo de la víctima. Las penas de cada uno de los delitos que se le imputan suman 15 años y un mes de prisión, frente a los 40 años y 9 meses que pedían el fiscal, Ramón Guerra, y la acusación, en manos del abogado José de Juan López, antes del inicio del juicio celebrado el pasado 4 de marzo.
El tribunal ha agrupado los delitos de agresión sexual y ha incorporado la atenuante de alteración psíquica a la hora de determinar el castigo. Su abogado había pedido la libre absolución porque el acusado negó todos los hechos, aunque pidió que en el caso de ser condenado concurría el atenuante de alteración psíquica y adicción a las drogas.
Además del ingreso en prisión, el hombre condenado deberá indemnizar a la víctima con 10.000 euros por los daños morales ocasionados y con 210 euros por las lesiones que le ocasionó.
Los magistrados han dado crédito al testimonio de la víctima, avalado por la médico forense y las testificales. La mujer dijo que el hombre la retuvo en su domicilio para que nadie viera el ojo morado que le había puesto tras darle un puñetazo.Puso un sofá tras la puerta para bloquearla y le retiró el móvil para impedir que pidiera ayuda y le dijo: «Tú te quedas aquí hasta que se te cure la cara, no te faltará agua ni comida, pero no te vas así porque me vas a buscar la ruina», según declaró la mujer en fase de instrucción.
Durante el tiempo en que la tuvo retenida la obligó a mantener relaciones sexuales al menos en otras cuatro ocasiones.
La víctima logró engañar a su agresor tres días después diciéndole que debía acudir al Centre de la Dona por una cita debido a otros episodios anteriores de maltrato. Dijo que acudió, acompañada por él, con unas gafas de sol para ocultar el ojo morado, pero en un momento pudo pasar una nota a una trabajadora del centro en la que explicaba su situación y pedía ayuda.Poco después se personó la Policía Local, que fue avisada de inmediato, y procedió a la detención del agresor.
Así terminaba la pesadilla de los cuatro días anteriores para la mujer que se había encontrado con él, en el Camí de Maó. El hombre quiso entablar conversación pero ella se negó recordándole que tenía una orden de alejamiento. Su reacción fue agarrarla del brazo y obligarla a acompañarle a su casa. Allí la obligó a mantener relaciones sexuales, le pinchó el glúteo con un palillo entre otras prácticas violentas, además del puñetazo que le marcó el ojo.