Cinco horas duró este jueves el juicio de la Audiencia Provincial a dos hombres de 24 años, residentes en Ferreries, acusados de tráfico de drogas en abril de 2019 como presuntos responsables de la venta de pastillas a un grupo de jóvenes de Maó. La vista, en la que inculpados y testigos declararon por videoconferencia desde un juzgado de Ciutadella, estuvo salpicada por las referencias varias, en muchos casos inevitables, de la acusación y de varios testigos al fallecimiento de un integrante del grupo, supuestamente, por el consumo de la droga que había adquirido uno de ellos en Ferreries a ambos acusados.
El juicio quedó visto para sentencia con la misma petición de cuatro años de cárcel para los dos inculpados, un español y un marroquí, por parte del fiscal, y de la absolución por la de sus abogados, José de Juan López y Margarita Mercadal. Los letrados tuvieron que reiterar que la vista solo juzgaba el posible tráfico de drogas y no el lamentable fallecimiento del joven integrante del grupo, ya que la acusación de homicidio imprudente que pesó sobre ellos quedó archivada tras la retirada de las acciones por parte de la familia.
Los dos acusados admitieron en la fase de instrucción que tenían pastillas de éxtasis para consumo propio y para mejorar su cuerpo pero que no traficaban con ellas. Sus declaraciones fueron contradictorias. Uno dijo que su amigo sí vendía la droga que fabricaban y el otro que la tomaba porque le ayudaba a practicar deporte. Sin embargo, ayer en el juicio, no ratificaron esa declaración y dijeron que nunca habían traficado, manipulado o fabricado drogas.
El joven que compró la droga declaró que sí la había adquirido en Ferreries a los dos acusados, aunque no precisó cuándo ni cómo ni se manifestó con una seguridad rotunda en torno a ellos.
Nadie puede asegurar que la droga que consumieron los jóvenes, con efectos dispares en unos y otros, fue la que dijeron haber adquirido en Ferreries, sostuvo el letrado José de Juan López. En una caja fuerte de su representado, la policía halló envoltorios y comprimidos de diversas drogas sintéticas, con un valor de 978 euros, y 1.660 euros en metálico. De Juan pidió que si es condenado, en su defecto, lo sea por tenencia pero no por tráfico de drogas.