Estaba facultado para realizar todas las operaciones propias de la entidad Corporación Amliah SL que había constituido en 2006 junto a su esposa y a la que sumó un socio que acabó demandándole por estafa y administración desleal sin que ninguna de las acusaciones haya quedado probada. Es la conclusión a la que llega el magistrado juez del Penal de Maó, Antonio Fernández-Montells, para absolver de todos los cargos a un abogado de Maó, juzgado a finales de marzo por ambos delitos.
El letrado, de 61 años de edad, se enfrentaba a una condena de tres años de cárcel, y a abonar una indemnización a su socio de 1,9 millones de euros por las cantidades que percibió en las ventas y sucesivas hipotecas sobre una promoción de local y cinco viviendas en la plaza Esplanada de Maó y un chalé en Binixiquer.
Francisco del Campo, letrado defensor, sostuvo que su cliente estaba facultado para realizar estas operaciones toda vez que había sido quien había costeado las obras aportando su dinero a la sociedad sin que el socio que le demandó hubiera hecho ningún desembolso.
Este, en contra de lo que indicaba la demanda, tuvo conocimiento de las diferentes ventas toda vez que ocupaba el local de la planta baja y entregaba las llaves cuando los compradores acudían a verlos.
Cuando el socio se sumó a la sociedad acordaron que se repartirían los posibles beneficios una vez concluida la promoción y descontados los gastos. Sin embargo, no realizó ninguna aportación y fue el abogado acusado el que empleó su propio patrimonio para conseguir que las obras acabasen e ir vendiendo los inmuebles para recuperar parte de lo invertido, aunque fuera a un precio inferior al previsto dada la irrupción de la crisis entre 2007 y 2009, y la necesidad imperiosa de pagar la obra.
Para ello, incluso, adquirió un local en el puerto, cuyo propietario también fue demandado por presunta estafa, y ha quedado igualmente absuelto de todos los cargos.
El magistrado indica que no ha habido pruebas que sustenten los delitos de los que se acusaba al letrado. El abogado de la defensa sostuvo que la demanda solo había sido una maniobra del socio para ganar tiempo ya que no había llegado a pagar ni el local de la plaza Esplanada ni el chalé de Binixiquer.
El apunte
Una promoción de viviendas en Maó y una chalé en Binixíquer
«Es una gran impostura», reiteró el abogado acusado en su declaración en el juicio, que ha supuesto su absolución total. Indicó que sumó a su sociedad a la persona que le acusó porque le unía una gran amistad y había colaborado muy estrechamente en la enfermedad de un familiar directo.Por eso, además, le facilitó la construcción de un chalé en otro solar de Binixíquer. Debía pagar solo los costes de la obra pero, declaró, no lo hizo, Lo mismo sucedió con la promoción de viviendas de Maó, con un coste en torno a los 2 millones de euros. Pese a su nula aportación, le dio las llaves del local para que pusiera su negocio, esperando que le pagara pero no lo hizo. El juez le ha dado la razón.