Policía Nacional de la Comisaría de Maó y bomberos del parque de Maó investigan las causas del incendio declarado esta pasada medianoche en el número 53 de la calle Sa Rovellada de Baix, en el mismo centro de la ciudad. Todo apunta que fue un cortocircuito provocado por un aparato eléctrico, posiblemente un ventilador en marcha, el que originó el fuego en una habitación del inmueble, aunque no se descartan otros motivos.
Las llamas se extendieron rápidamente por toda la vivienda de la que fueron desalojados el hombre y la mujer que viven en ella, gracias a la intervención de los agentes de la Policía Nacional, quienes recibieron el primer aviso poco antes de la media noche. La densa humareda que salía de una de las ventanas causó gran alarma entre el vecindario por la magnitud que iba adquiriendo el suceso.
Los dos ocupantes de la casa no pudieron hacer frente al incipiente incendio y aunque no sufrieron heridas sí tuvieron un proceso de ansiedad debido a la situación que estaban viviendo. Posteriormente también fueron desalojados los vecinos de las casas más próximas, incluida una mujer de 91 años. En una de las viviendas los agentes forzaron la puerta porque sus ocupantes no habían advertido el siniestro. La mujer de avanzada edad y otros vecinos tuvieron que ser atendidos por inhalación de humo aunque ninguno precisó traslado hospitalario, informaron Policía Nacional y bomberos.
Varias dotaciones de los profesionales de extinción, con el apoyo exterior de la propia Policía Nacional y agentes de la Policía Local, consiguieron sofocar las llamas de la casa y posteriormente la airearon con sistemas de ventilación forzosa debido a la gran cantidad de humo que se había acumulado en su interior.
La calle donde ocurrió el incendio quedó interrumpida al tráfico durante las tareas de extinción y los agentes acordonaron la zona hasta que la situación se dio por controlada.