Las fiestas patronales de Maó contarán este año con un refuerzo de seguridad desde el aire. La Junta de Seguridad reunida esta semana ha acordado que el dispositivo terrestre habitual se complete con la vigilancia de un helicóptero y diferentes drones, lo que permitirá anticiparse a situaciones de riesgo y reducir los tiempos de intervención en caso de necesidad.
El dispositivo de seguridad contará con agentes de la Policía Nacional que patrullarán de paisano, que tendrán como misión primordial actuar sobre posibles casos de violencia o abusos contra la mujer. También se desplazarán unidades de refuerzo desde Palma, al igual que se hizo durante las fiestas de Sant Joan en Ciutadella el pasado mes de junio.
Controles de alcoholemia
El control sobre los puntos más sensibles de la fiesta, que incluye el Jaleo y las calles del centro, se ampliará con los itinerarios que recorre la qualcada. Asimismo, el Plan de Seguridad también desplegará controles de alcoholemia en los accesos y salidas de la ciudad, siguiendo el ejemplo de las fiestas de Sant Lluís y Llucmaçanes, cuando se demostró su eficacia para reducir el número de personas que conducen bajo los efectos del alcohol.
La Junta de Seguridad se celebró el miércoles y fue presidida por el alcalde, Héctor Pons; la teniente de Alcaldía de Régimen Interior y Seguridad Ciudadana, Elena Costa; el teniente de Alcaldía de Fiestas, Servicios Urbanos y Medio Ambiente, José Manuel García; la directora insular del Estado en Menorca, Isabel López Manchón; el director general de Seguridad Pública del Govern, Vicenç Martorell; y también contó con la participación de representantes de la Policía Local, la Policía Nacional y la Guardia Civil.