El balance estadístico de la Dirección General de Emergencias (DGE) en la temporada turística de este año presenta una aparente contradicción en Menorca en lo que a su trabajo en las playas se refiere. Se han registrado menos incidentes graves que en 2022, pero se ha producido una muerte más por ahogamiento.
Si en el curso anterior fueron cuatro víctimas las que perdieron la vida por ahogamiento, en el presente han sido cinco, cuatro de ellas en el mar y una más en la piscina de un hotel de Sant Lluís. Los cinco fallecidos fueron personas de más de 50 años, una de ellas en la playa de Santa Teresa, otra en Cala Pilar, una más en Cala Galdana, y la última, el cadáver de un hombre que apareció sobre la arena el 17 de mayo en el Arenal d'en Castell. Posteriormente la Guardia Civil averiguó que era un hombre que había desaparecido en la playa de Sant Adrià de Besòs, en Barcelona, días atrás.
En cambio, los servicios de socorrismo, vigilancia y rescate que coordina la Dirección General de Emergencias e Interior del Govern registraron un total de 103 incidencias graves en las que tuvieron que intervenir sus efectivos, frente a las 123 del año pasado, lo que supone un descenso del 16 por ciento. Son las playas de Ciutadella, principalmente, las que más asistencias han requerido en estos incidentes de gravedad. Han sido 38 frente a los 20 registrados en las playas de Alaior, la de Son Bou, especialmente. Le siguen las de Ferreries -Cala Galdana y Cala Mitjana- con 16, mientras que las de Es Mercadal han registrado 13. Entre estos incidentes graves, un total de 91 personas precisaron traslado a un centro médico.
Los 64 socorristas que han trabajado en las playas menorquinas, con el apoyo de los recursos de la DGE han conseguido este año rescatar a 89 personas del agua, 17 menos que en el ejercicio anterior. Una de ellas, que se había ahogado, consiguió ser recuperada. A destacar que de las 89 personas rescatadas en el mar, 65 lo fueron en las playas de Alaior, la gran mayoría, por tanto, que responde a la situación abierta de Son Bou.
Las estadísticas de Menorca de la DGE se basan en un catálogo de 80 playas, entre las que solo una tiene riesgo alto, 22 medio y 57 bajo. Este año Ferreries ha aumentado Cala Mitjana a nivel medio y Es Castell ha descatalogado la de Cala Pedrera.
La DGE admite que no ha podido llevar a cabo esta temporada el programa de inspecciones al completo en Menorca.
El apunte
El 57 % de los municipios no cumple con horario y temporada
A pesar de que la DGE no ha podido cumplir las inspecciones programadas en la Isla la pasada temporada, concluye que el 57 por ciento de los municipos no cumple con el horario que sería el adecuado en el servicio de socorrismo y vigilancia de sus playas y tampoco con el periodo en que debería estar operativo. Eivissa tiene un 60 por ciento de incumplimiento, Mallorca, un 56 por ciento y Formentera un 100 por cien. El 57 por ciento de Menorca es el mismo dato que el año anterior.