Tres de cada cuatro conductores que han dado positivo en los controles que realiza el destacamento de la Guardia Civil de Tráfico perteneciente a la compañía de Menorca, prácticamente a diario, lo son por consumo de sustancias estupefacientes.
En lo que va de año, se llevan contabilizados alrededor de 140 positivos en las diferentes carreteras de la Isla donde se llevan a cabo estas revisiones de los agentes de la Benemérita siguiendo instrucciones de la Dirección General de Tráfico. Por contra, los conductores que son multados por un exceso de la tasa de alcohol permitida en su organismo (0,25 miligramos por litro de aire espirado y 0,15 para los conductores noveles y profesionales) están en torno a los 50 en este mismo periodo comprendido entre el 1 de enero y mediados del presente mes de marzo. La diferencia revela una tendencia al consumo que se hace mucho más peligrosa al volante.
El incremento en Menorca es «enorme y preocupante», indican fuentes profesionales consultadas por este diario, considerando que el año pasado en este primer trimestre no llegaban a la decena de positivos por consumo de drogas al volante, si bien es cierto que el número de controles fue entonces menor a los que se hacen ahora.
Consumo de marihuana
Entre los positivos detectados por sustancias estupefacientes, la mayoría corresponde al consumo reciente de marihuana a cualquier hora del día, puesto que los controles se realizan tanto por la mañana, como por la tarde y la noche.
Los vehículos de los conductores detectados quedan inmovilizados en el lugar del control, independientemente de la cantidad del consumo o del tipo de droga que hayan ingerido. De esta forma, la Guardia Civil asegura que dejen de constituir un peligro en la carretera, aunque se toma una segunda muestra de saliva para enviarla a un laboratorio que confirme el positivo o lo anule.
Los dispositivos que utiliza la Guardia Civil, drogotest y Sotoxa, que permiten una detección rápida de drogas en fluidos orales, sirven para averiguar si la persona al volante ha tomado alguna o mezcla de varias sustancias tóxicas, entre cocaína, opiáceos, cannabis, anfetaminas y metanfetaminas.
Los test de alcoholemia se practican mediante el uso del alcoholímetro a todos los conductores que entran en el control, mientras que los de drogas se realizan de forma aleatoria o bien siguiendo la intuición del propio especialista del Instituto Armado con base en su experiencia y formación profesional. Hay que tener en cuenta que los test de saliva pueden detectar la presencia de drogas casi inmediatamente después de su consumo e incluso transcurridos hasta 4 días, mientras que los de alcohol se evaden con mucha más rapidez.
O sea que los positivos por alcohol son menos alarmantes que los positivos en drogas. ¿En serio?