La efectividad de los controles que realizan los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en la Isla puede verse reducida como consecuencia de la existencia de al menos tres grupos de WhatsApp que alertan de su ubicación, incluso de los cambios de asentamiento que puedan producirse durante la misma jornada.
Cada uno de ellos tiene registrados en torno al millar de personas quienes, por tanto, reciben información privilegiada, directa y prácticamente inmediata que les permite evitar ser sometidos a la vigilancia y control de los agentes, especialmente si han consumido alcohol y/o drogas, lo que les lleva a buscar rutas alternativas si las hay.
«Controla (Ciutadella)», con 990 miembros, «Bandoleros», con 981 y «Controla - T/MNK», con 1.024, son los tres grupos que están distribuidos en el canal de comunicación más rápido de la actualidad por excelencia. La existencia de estos grupos redunda peligrosamente en la pérdida de seguridad general para todos los conductores, más aún en la época estival que se inicia ahora y en la que la Guardia Civil de Tráfico, sobre todo, organiza constantes controles durante los fines de semana, principalmente en los municipios que están en fiestas.
No obstante, los refuerzos del equipo de Tráfico del Instituto Armado van a permitir un año más intensificar la vigilancia diaria en las vías interurbanas de la Isla. En principio se prevé que lleguen este mes al menos 8 guardias más al destacamento menorquín que se sumarán a la dotación existente de entre 15 y 20 efectivos.
Todo tipo de información
En estos grupos de alerta se vuelca, por lo general, todo tipo de información precisando si los dispositivos en carretera, también en núcleos urbanos, son de velocidad, alcohol, drogas, documentación, radares móviles o cualquiera de sus objetivos. Se utilizan mensajes de texto y también de audio, e incluso se responden entre ellos a preguntas para conocer si en ese momento hay agentes en determinados puntos del que va a ser su recorrido. Muchos de los integrantes de cada grupo retiran las fotografías que aparecen en su estado para no ser reconocidos.
«De Fornells hasta Es Mercadal limpio» es uno de los mensajes, o «controlaco rotonda diskont alcohol y drogas», otro de ellos, por ejemplo, los que ponen sobre aviso a los conductores quienes pueden eludir la acción de los guardias o policías, o bien, si actúan con sentido común, esperar a que los efectos de un consumo excesivo en su organismo hayan desaparecido.
La Guardia Civil sabe de la existencia de estos grupos de WhatsApp desde hace tiempo. Los agentes son conscientes de que inciden en la eficacia de su trabajo porque en apenas unos minutos los componentes saben cuál es su ubicación. El hecho de que sean tantos los integrantes facilita el flujo de información entre ellos con una gran rapidez.
La legislación actual impide una actuación decidida tanto contra los administradores de estos grupos como contra los componentes de cada uno de ellos. En buena lógica, muchos de los registrados están repetidos en los tres grupos conocidos, pero dado ese vacío legal no existen sanciones al respecto contempladas en el Código de Tráfico y Seguridad Vial, como ha precisado a este diario la Dirección General de Tráfico.
El apunte
La DGT estudia medidas jurídicas contra estas prácticas
Dada la proliferación de estos canales de comunicación a través de grupos de WhatsApp, la Dirección General de Tráfico tiene en estudio nuevas medidas jurídicas encaminadas a prohibirlos aplicando la imposición de sanciones importantes, informaron desde la oficina de comunicación de la DGT.
Mientras tanto, la única opción viable es la multa por una posible infracción contra la ley de Seguridad Ciudadana por posible vulneración del artículo 36.23 que sanciona «El uso no autorizado de imágenes o datos personales o profesionales de autoridades o miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que pueda poner en peligro la seguridad personal o familiar de los agentes, de las instalaciones protegidas o en riesgo el éxito de una operación, con respeto al derecho fundamental a la información».
Ya existen precedentes de sanción por esta actividad, las más recientes a cargo de la Subdelegación del Gobierno en A Coruña. Impuso una multa a una empresa que gestiona una gran aplicación para informar de controles y operativos de vigilancia en carretera, y a un particular que regulaba un grupo de WhatsApp con más de 15.000 usuarios.
La distribución de esta información sobre la presencia de guardias civiles, policías nacionales e incluso policías locales, también encaja en esta ley, puesto que podrían hacer uso de ella delincuentes que estén huyendo de las autoridades tras haber cometido cualquier tipo de delito.
La misma legislación que pretende implementar la Dirección General de Tráfico persigue la posibilidad de denunciar a través de Ley de Tráfico y Seguridad Vial e imponer sanciones por el uso de aplicaciones de avisadores de radares y controles de tráfico.
El objetivo general, según ha declarado el director general de la DGT, Pere Navarro, es perseguir estas aplicaciones y administradores de grupos de WhatsApp en una primera fase y posteriormente denunciar también a los propios usuarios que alertan de la presencia de puntos de control dada su función como colaboradores.