Un conductor ebrio que casi cuadruplicaba la tasa de alcohol permitida fue detenido por la Policía Local de Ciutadella en la madrugada del miércoles, después de provocar un accidente en el Camí de Sa Farola, cerca de la antigua estación marítima del puerto de Ciutadella.
El hombre, español de 35 años de edad, al que acompañaban dos amigos, conducía un Seat Córdoba cuando perdió el control del vehículo, posiblemente debido a su estado etílico, y acabó golpeando violentamente a un Toyota Yaris que estaba estacionado correctamente en esa calle. El golpe por la parte trasera causó daños a ambos coches, especialmente al del infractor.
Los agentes trasladaron al detenido a la prefectura donde quedó en libertad poco después tras realizarle la segunda prueba de etilometría y completarse las diligencias. En la primera había dado 0,96 miligramos de alcohol por litro de aire aspirado y en la segunda, 086.
Lamentablemente no es un hecho aislado. Los vecinos de la zona somos testigos de más incidentes y del tránsito de gente cogiendo el coche tras haber ingerido alcohol: botellones en el parking, regreso de la fiesta en Es Plá, juerga, música y voces sin fin durante muchas noches sin descanso. Las continuas llamadas a la policía pueden dar fe de ello. Si la vigilancia, los controles de prevención y las sanciones se llevaran a cabo, igual hablaríamos en otros términos