El próximo 31 de este mes se celebrará en el Juzgado de Instrucción número 1 de Maó la audiencia preliminar en la que el titular debe decidir la apertura del juicio oral contra un hombre mahonés de 40 años, acusado de haber asesinado a otro, Maximino Marín Cortés, de 49, en la Nochebuena de 2023, y contra el acompañante de este y de la víctima, al que la fiscal imputa el delito de omisión de socorro.
Si no hay novedad, el juez confirmará la vista que se ha de celebrar en la Audiencia Provincial de Palma con jurado popular para decidir sobre la culpabilidad o inocencia del principal acusado y su acompañante.
La fiscal modificó meses atrás la calificación de los hechos tras concluir la instrucción. De homicidio pasó a asesinato una vez recabadas las pruebas testificales y periciales por los hechos ocurridos en la madrugada de aquel 25 de diciembre. La horquilla de la condena está entre los 15 y los 25 años de prisión por este delito, y la fiscal eleva la petición hasta los 20 años de privación de libertad. Además, solicita una indemnización de 111.193 euros para cada uno de los dos hijos del fallecido, de 27 y 8 años, y de 49.419 euros más para el padre del finado.
En cuanto al acompañante de agresor y víctima aquella noche, un hombre de Maó, de 44 años, pide una condena de dos años de prisión por no evitar la agresión y no prestar auxilio a la víctima que acabaría muriendo en el hospital días después.
En el escrito de acusación la jurisconsulta concluye que el agresor, con una larga relación de antecedentes penales, en prisión desde tres días después de los hechos, dio varios puñetazos en el rostro al otro hombre después de una discusión entre ambos. Según pudo saber este diario, llevaba toda la noche reclamándole una deuda de 20 euros que no había impedido que ellos dos y un tercer conocido hubiesen salido a pasear aquella noche festiva en la que bebieron y consumieron drogas.
La fiscal determina que debido a los puñetazos, la víctima cayó al suelo desvanecida y el acusado continuó dándole golpes y patadas en la cabeza, como habría declarado al menos un testigo en un primer momento. Maximino sufrió un traumatismo cranoencefálico múltiple con hemorragia intracraneal que le dejó en coma profundo y acabó falleciendo el 2 de enero.
En cuanto al otro inculpado, la fiscal concluye, que sin tener ningún elemento que se lo impidiera, no evitó la agresión física, de ahí que le pida dos años de prisión.
En el juicio declararán entre otros, el vigilante de la estación de autobuses por la que habían pasado minutos antes los tres hombres, dos testigos de la calle, varios policías y las médicos forenses, entre otros.
ViriatoSe sabe de sobra quien es de donde viene y todo lo que a echo no hace falta dar nombres