Un incidente protagonizado por dos mujeres y el portero de la discoteca Ritmo situada en el andén de poniente del puerto de Maó ha acabado, por el momento, con la denuncia de una de ellas ante la Comisaría de la Policía Nacional de Maó por lesiones y presunta agresión sexual.
Los hechos revelados que ahora tiene sobre la mesa el cuerpo policial ocurrieron el domingo, sobre las 7.30 de la mañana, al final de una madrugada de fiesta en este conocido establecimiento del puerto. La denunciante asegura que el portero la agredió a ella y a una amiga como reacción desproporcionada a que ellas le recriminaran su intervención ante una tercera amiga, también presente en la discoteca y que fue la que originó la actuación del empleado del local. La situación se daba ya en la hora próxima al cierre del establecimiento, entre las escaleras y la puerta de la planta baja.
La mujer presenta magulladuras en su brazo con hematomas por la intervención del empleado del local.
Fue la tercera de las mujeres la que cometió un acto reprendido por el portero. La mujer había decidido orinar en un rincón del local porque los baños no estaban disponibles en ese momento, se indica en la denuncia. El portero observó su comportamiento y acudió a reprochárselo enérgicamente. Las dos amigas le pidieron entonces que tuviera más respeto «pero lo único que hizo fue comenzar a pegarnos y empujarnos para que saliéramos de la discoteca con brusquedad, tanto él como otros dos hombres», ha relatado la denunciante, una mujer de nacionalidad venezolana, de 30 años de edad, que acudía por primera vez a esta discoteca junto a su prima y una amiga. Desconoce si los otros dos varones formaban parte del staff del local o eran clientes, indica.
La denunciante sostiene que en el forcejeo los hombres les quitaron la parte de arriba de la vestimenta que llevaban hasta el punto que una de ellas quedó desnuda. En su testimonio asegura que las dos chicas sufrieron tocamientos en sus pechos.
Cuando salieron al exterior acudieron a presentar la denuncia a la Policía Nacional, aunque primero tuvieron que ir al hospital y al centro médico de Dalt Sant Joan para obtener los dos partes médicos que señalan hematomas en los brazos, contractura paravertebral y cervicalgia, en una de ellas, y la otra, erosión en el hombro izquierdo y hematoma en la rodilla. «No se puede actuar así, todavía estoy en estado de shock», refiere la denunciante.Ha declarado, además, que la denuncia es «para que esto que hemos sufrido nosotras no lo vuelva a padecer ninguna otra mujer u hombre».
El dueño de la discoteca, que no estaba en el local, niega que el acusado fuera el presunto agresor sino que fue la encargada titular del establecimiento «la que reaccionó echando a empujones a las chicas porque una había orinado en el suelo, pero el portero no intervino», señala, al tiempo que niega las agresiones.
JousNo, no te equivoques, Menorca o mejor dicho los menorquines lo que son son es amantes de su tierra, su cultura, su identidad, de el legado de sus abuelos, de la exclusividad de esta tierra maravillosa, etc. y lo que no quieren es gente que venga a aquí a menospreciaa, a destruir, a vaguear, no quieren gente que reste, buscan gente que sume, que valore la tierra que los acoge, que aporten, que trabajen y se integren, independientemente de su color o procedencia, si no vienen con la intención de sumar y valorar, no hace falta que vengan por muy blancos arios que sean. Si Menorca es lo que es, es precisamente es por la "gelosia" y protección de los menorquines.