Un abogado de Maó, denunciado por una de sus clientas en diciembre de 2023, aceptó ayer la condena pactada por su defensa, la acusación particular y el fiscal, por la que pagará una multa de 1.620 euros, y, por tanto, su responsabilidad como autor de un delito de agresión sexual cometido durante la tarde del día 12 de aquel mismo mes.
El letrado, que en un primer momento no estaba dispuesto a aceptar ningún acuerdo al negar todos los hechos, finalmente dio el visto bueno a la conformidad que le va a permitir continuar con su profesión.
El fiscal le pedía un año de prisión y la inhabilitación durante cinco años más para seguir trabajando como abogado en cualquier causa.
La pena final acordada limita la inhabilitación a que no pueda asumir los asuntos de clientes relacionados con violencia contra la mujer durante un año, pero sí los del resto. Del mismo modo, deberá estar en libertad vigilada un año más y se le impone una orden de alejamiento a no menos de 100 metros de la mujer, también durante un año, con prohibición de comunicarse con ella,
Su cliente le denunció acusándole de haberla citado en su casa en lugar de en su despacho para tratar el caso de maltrato por el que había solicitado sus servicios. El abogado, según el escrito de acusación, le sirvió vino, le acarició las mejillas y trató de besarla a pesar de la negativa de la mujer, aunque esta aseguró que llegó a besarle en la mejilla. La última modificación del Código Penal califica estos hechos también como delitos de agresión sexual.
Por lo que dice la noticia, antes de la famosa ley del "solo sí es sí", esta conducta hubiera quedado impune.