El hundimiento de una barca de ocho metros de eslora en Alcalfar, propiedad de una empresa de submarinismo con sede en S’Algar, desató este martes todas las alarmas ante el posible vertido al mar del combustible que acumulaba en su depósito. Por este motivo, Salvamento Marítimo y los bomberos de Maó desplegaron una barrera protectora en previsión de que todo el líquido acabara saliendo a la superficie a través.
La barcaza fondeada en la Cala Alcalfar es la que utiliza la empresa para trasladar a sus clientes en las actividades de buceo. Cuando su responsable acudió a arrancarla sobre las 9 de la mañana, siguiendo una rutina habitual, comprobó que la embarcación había desaparecido, se había hundido a una profundidad de cuatro metros sin que se conozcan las causas que deberán determinar los peritos una vez sea reflotada a lo largo de esta mañana.
El hundimiento provocaba el vertido del gasoil, fundamentalmente el que se halla en la sentina, los tubos y filtros del motor, no así el disponible en el depósito que puede albergar entre los 150 y los 200 litros, aunque no estaba lleno. Alrededor de la zona se extendieron varias manchas de gran tamaño y un fuerte hedor al gasoil se apoderó de la cala.
Advertida la Policía Local de Sant Lluís, esta activó a los servicios de emergencia y motivó la intervención de los bomberos y de Salvamento Marítimo, en previsión de que el vertido pudiera ir en aumento y ocasionara un perjuicio contaminante mayor.
Buzos de la propia empresa titular de la barca, explicó su responsable a este diario, descendieron hasta el fondo para comprobar el estado del depósito que permanecía sellado y sin fugas. La barcaza, sin embargo, no podrá ser reflotada hasta el miércoles porque no había disponibilidad en la empresa especializada en este tipo de intervenciones, con sede en Maó, y otra contactada en Mallorca tampoco podía realizar el trabajo.
«El vertido ha sido mínimo, todo se ha comprobado con los buzos y tampoco había ningún fluido», reiteró el gerente de la empresa de submarinismo, quien se mostraba un tanto sorprendido por el despliegue llevado a cabo por Salvamento Marítimo y los bomberos de Maó.
Hasta la cala de Alcalfar se desplazó la salvamar «Antares», con base en el puerto de Maó y los bomberos, quienes desplegaron una especie de tela para proteger la entrada y salida de la cala, entre otro material de lucha contra la contaminación. La tela además, cumplió una doble función puesto que ejerce como método de absorción del líquido.
La cala permanecerá cerrada, en principio, hasta que por la mañana sea reflotada la barca, mientras que el martes a última hora de la tarde estaba prevista la retirada de la tela anticontaminante.
FanEsa barca lleva toda la vida en una boya legal en Alcaufar