Un recluso de la cárcel de Menorca ha sido condenado a un año y ocho meses más de prisión, como responsable de haberle dado una paliza a otro interno del centro penitenciario en la tarde del 12 de mayo de 2024. Además de la ampliación de la pena de prisión, el procesado, venezolano de 39 años de edad, ha sido condenado a indemnizar a su víctima con 8.566 euros por las lesiones que le causó, principalmente, en el rostro, y las secuelas que le han quedado desde entonces.
La pelea fue la consecuencia de una supuesta deuda que el agredido tenía en el economato del módulo 2 de la prisión, del que estaba encargado el agresor, como interno de confianza, cuando solicitaba adquirir algún producto a cuenta, según declararía el preso venezolano en el juicio. Ambos coincidieron en el pasillo del módulo junto a la tienda y la discusión desencadenó la pelea. El procesado le causó heridas en el ojo, el labio, varias erosiones y rotura parcial de un diente, además de contusiones en otras partes de su cuerpo.
La víctima reconoció en el juicio que debía dinero en el economato en el que trabajaba el acusado, y esa fue la causa que inició el desencuentro cuando ambos se cruzaron en una zona común. Alegó que él no pudo defenderse al estar operado del pie, y que tuvo que recibir asistencia en el Hospital al día siguiente. Aseguró que había un testigo de la reyerta, aunque este se negó a declarar.
En cuanto al agresor, dijo que el otro preso intentó robar en el economato cuando se negó a fiarle ningún otro producto. Admitió que le rompió un diente, pero dijo que aquel le empujó primero y también le agredió.
Como consecuencia de los hechos juzgados, en su momento el agresor perdió el trabajo en el economato y además tuvo que pasar 15 días en una celda de aislamiento.
Se da la circunstancia de que el reo cumplía su condena de prisión, también por un delito de lesiones, a finales de diciembre, por lo que, en principio, deberá continuar privado de libertad debido a esta nueva condena.
El fiscal solicita que una vez cumplidas las dos terceras partes del castigo, acceda al tercer grado o bien le sea concedida la libertad condicional, esta nueva situación sea sustituida por su expulsión del territorio nacional al que no podrá regresar en el plazo de cinco años.
... el mensaje es claro... en cuanto te amenacen de privarte de tu habitación calentita, tus servicios médicos, gimnasio, tele, biblioteca, equis comidas al día, servicio de lavandería, internet, todos gratis y sin esforzarte ni estresarte... y te comuniquen que te quedan pocos días de chollo, que te van a expulsar al inclemente exterior, de patitas en la calle, donde te tendrás que espabilar sólo en el frío invierno... pues no queda más recurso que zurrarle a alguien para que te alarguen la estancia, y a vivir... lo malo es que alguien tendrá que pagar el pato de manera colateral, sea otro interno random, o peor un funcionario...