A mediados del año 2013, Josefina Díaz Rubio, trabajadora de una agencia de viajes, supo por los médicos que tenía un tumor maligno en un pecho que debía ser extirpado. Como reacción ante tan mala noticia se le ocurrió llamar a François Perri, un amigo fotógrafo, para que documentara en imágenes el incierto proceso que iba a padecer para tratar de superar su cáncer y la pérdida de una mama.
Ahora una selección de cuarenta fotografías que documentan esa dura experiencia forman parte de la exposición «Cicatrius. La meva vida en 1.096 dies» que puede verse desde este viernes hasta el próximo 27 de este mes en la Casa de Cultura Sa Nostra de Maó.
Hola niña, me alegra un montón que hayas tenido la fuerza de día a día ir haciendo este trabajo enfrentándote así al problema y que ahora puedas ya con el espíritu mas fuerte publicarlas, mil besos y adelante..