Suele ser el mes de diciembre muy dado a la publicación por parte de los medios de sus listas con lo mejor del año, pero no hay que olvidarse de enero como el mes en el que otros periódicos se lanzan a confeccionar listados con sus recomendaciones para el nuevo periodo. Eso es lo que acostumbra a hacer desde hace tiempo una cabecera de tanto prestigio como la de «The New York Times», que acaba de hacer pública su elección de los 52 lugares de todo el mundo para ser visitados durante los próximos doce meses.
Un ranking que este año nos ha deparado una grata sorpresa, como es la selección de Menorca como uno de los lugares para viajar. Su posición es el número 41, por detrás del Monte Kenia y delante de Oberammergau, en Alemania. En la entrada redactada sobre la Isla, la periodista Lindsey Tramuta destaca el valor de un territorio conocido por sus «playas que enamoran y sus paisajes salvajes» y recuerda el valor que le otorga su condición de Reserva de Biosfera. Sin embargo, su texto se centra en mirar al futuro con el inminente desembarco en la Illa del Rei de la galería Hauser & Wirth, una de las firmas más prestigiosas en el mundo del arte contemporáneo, que recuerdan contará con unos jardines diseñados por el paisajista Piet Oudolf.
Por otra parte, el artículo se hace eco del auge que están viviendo actualmente los boutique hotels y los alojamientos en espacios rurales, propuestas entre las que cita negocios como Menorca Experimental, Torre Vella o Santa Ponsa.
Así, Menorca se convierte en una de las tres propuestas españolas del rotativo neoyorquino, que también se ha decantado para 2020 por Asturias (número 25) y el Valle de Arán (46). Como uno de los destinos turísticos mas potentes a nivel mundial, España acostumbra a tener cada año su cuota de protagonismo en esta afamada lista. Cádiz fue una de las propuestas de 2019, mientras que un año antes apostaron por Sevilla y la Ribera del Duero.
Menorca es un paradís. Ha costat molt aconseguir un bon equilibri, però crec que podem estar raonablement contents. Eivissa es precisament s'antítesi de lo que volem ser. Es Eivissencs s'han deixat "enganar" , i ara pateixen ses conseqüències: lloguers impossibles, mestres, policies, facultatius sanitaris, enfermeres....que no hi volen anar pq es deixen tot es sou per sobreviure, cambrers/es que viuen en autocaravanes o terrases, degradació des territori.... Lamentable, molt lamentable... A més molts véne unes setmanes o mesos, i parteixen. No crec que els interessi gaire es model, ni sa conservació des territori.... Lolita, si vols compara bolsos cars i pagar vins a 1000 euros, agafa un vol i parteix ara mateix, que fas encara a Menorca?... Nolturs volem Camí de cavalls, Sant Antoni, passejar en bici un diumenge matí de novembre sense embussos, veure un cel estrellat es vespre... Visca Menorca i es model que hem aconseguti entre tots. Bon any!