El atropellamiento por vehículos es una de las causas más comunes de ingreso en el Centre de Recuperació de la Fauna Silvestre, el hospital animal que gestiona el GOB. Se estima que por ese motivo se asisten entre 30 y 50 animales al año, y eso es lo que recientemente ha sucedido con un ejemplar de aligot, ave cuyo nombre científico es Buteo buteo y a la que popularmente se conoce en castellano como águila ratonera común. Común, pero no tanto en Menorca, ya que se trata de un ave de rapiña que solo se ve en la Isla «de paso, durante el invierno y en escaso número», explican desde el GOB.
El aviso de un particular permitió el pasado diciembre encontrar en un tramo de la carretera de Es Mercadal un ejemplar que yacía en la calzada. Desde allí fue trasladado al centro de cuidados de Ciutadella, donde se le diagnosticó la rotura de la mandíbula superior. La lesión en el pico, explica la bióloga Miriam García Vendrell, «le impedía cazar y comer con normalidad», por lo que precisó durante cerca de un mes de unos cuidados especiales para conseguir que soldara esa parte de su cuerpo.
Al contrario de lo que ocurre muchas veces, el accidente sufrido por el águila tuvo un final feliz. Y es que una vez comprobado su restablecimiento, se le liberó recientemente en el lloc de Santa Cecília en Ferreries, una de las fincas que tiene firmado con el GOB el contrato de Custòdia Agrària. Se trata de un terreno que ha iniciado su reconversión hacia la producción ecológica, por lo tanto con unos hábitats muy diversos y adecuados para la supervivencia del aligot.