Durante dos semanas tres médicos de Atención Primaria de Menorca decidieron colgar sus batas en la Unidad Básica de Es Castell, y vivir una experiencia solidaria en Senegal, en una ruta desde Dakar hasta la región de Casamance, al suroeste del país, donde han pasado consulta a centenares de senegaleses en varios pueblos, tantos como han podido y donde les ha sido posible hacerlo.
Remedios Díaz, que repetía en este tipo de prestaciones sin ánimo de lucro, Íñigo Segarra, que también trabaja en Urgencias del Hospital Mateu Orfila, y José Franco, residente y médico de familia también en Alaior, concluyeron el sábado su periplo en la costa oeste de África. Ese es uno de los destinos de la ONG, Acción Solidaria, evolución de la denominada Dentistas sobre ruedas creada en 2004, que se muestra visible en intervenciones también en Perú y Santo Domingo, entre otras.
Superando la barrera cultural y lingüística con mucha voluntad y escaso apoyo, los galenos de Menorca tenían claro que «esta era una buena forma de ayudar a comunidades necesitadas y a su vez aprender a trabajar con pocos recursos». Así realizaron su trabajo con el apoyo de una mutua sanitaria que les proporcionaba traductores «o nos ayudaban a encontrarlos entre los pacientes para poder entender el woloff, idioma local, francés o español, según donde estábamos».
En cuanto al espacio utilizado por los tres médicos para trabajar, «normalmente pasábamos las consultas en escuelas, que suspendían las clases esos días para que pudiéramos atender a la población». El instrumental utilizado «ha sido el básico para atención primaria, y la medicación era la donada por hospitales españoles».
Cuando el paciente requería una prueba más específica, «lo remitíamos al hospital pero al tener que recorrer una distancia larga y tener que pagarse ellos las pruebas que les solicitábamos, siempre nos quedaba la duda sobre si lo harían o no». Principalmente atendieron problemas gastrointestinales, infecciones y problemas osteomusculares.
Íñigo, Remedios y José se han alojado durante su estancia en campamentos de estilo tradicional, «normalmente consistían en estancias circulares con un patio central descubierto rodeado de habitaciones en las que dormíamos entre 3 y 5 colaboradores».
La jornada arrancaba a las 7 de la mañana. Tras el desayuno, reunión de trabajo y desplazamiento en autobús al lugar donde pasaban consulta hasta las 16 horas. «Después descansábamos cuando podíamos, recogíamos el equipo médico y nos poníamos en ruta hacia el siguiente pueblo para comenzar al día siguiente».
De entrada, señalan que les llamó la atención «el nulo control de patologías crónicas», como hipertensión arterial o diabetes, además de «la ausencia de una atención primaria en el país, el difícil acceso a medicamentos y la falta de prevención primaria», explican José, Íñigo y Remedios.
Senegal, campeón de África
Como anécdota durante su estancia relatan que vivieron el pase de Senegal a la final de la Copa África de fútbol, por primera vez en la historia del país, el 7 de febrero, «y la ganaron, por lo que el presidente de la nación decretó que al día siguiente fuera festivo nacional».
La experiencia en el suroeste de Senegal, en líneas generales, ha sido «muy enriquecedora a nivel personal y laboral». Por este motivo, Íñigo y José, que se estrenaban, afirman que «seguramente seguiremos participando en estas iniciativas. Nos atrae médicos sin fronteras que ofrece estancias prolongadas con un seguimiento más continuo al paciente».