Marga Prohens afronta una semana decisiva para su proclamación como presidenta del Govern, pero antes no ha querido faltar a una de sus citas obligadas de cada verano: las fiestas de Sant Joan de Ciutadella. Su apretada agenda le impidió disfrutar el viernes del primer día de la celebración, puesto que tuvo que viajar a Eivissa para arropar a Vicent Marí en su segunda investidura como presidente del Consell. Fue el sábado, día de Sant Joan, cuando finalmente se pudo desplazar a Menorca.
Un viaje relámpago, de apenas un día, que permitió a la líder del PP balear felicitar a su compañera de partido, Juana Mari Pons, por su elección como alcaldesa de Ciutadella. El encuentro tuvo lugar en la casa de Joana Fullana Barceló, frente a la Plaça de la Catedral y en presencia, entre otros, del obispo de Menorca, Gerard Villalonga, el rector de la Catedral, Josep Manguán, y el editor de 'Menorca - Es Diari' Josep Pons Fraga.
Tras una comida en el Club Nàutic tuvo ocasión de asistir, por primera vez, al acto más importante que tiene lugar en el ayuntamiento, Sa Convidada, en este caso invitada por la primera edil. Allí se vivió un momento curioso cuando, asomándose al balcón de las casas consistoriales, fue saludada al grito de «presidenta» por parte del público que aguardaba en la plaza de Es Born a la llegada de la qualcada con el caixer senyor.
Prohens viajó acompañada de su marido, Javier Bonet, que acaba de tomar posesión como teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Palma, y otros nombres que suenan con fuerza para formar parte de su equipo de confianza en el Govern. Es el caso del exalcalde de Llucmajor Éric Jareño y el diputado autonómico Javier Ureña.
Juntos pudieron disfrutar de los Jocs des Pla y del Caragol de Santa Clara. Una noche larga hasta que al día siguiente, el domingo, tomó el ferri de primera hora para regresar a Mallorca. Allí se juega estos días su futuro político inmediato. El debate para su investidura está previsto los días 3 y 4 de julio.