La Procesión del Santo Entierro constituye una de las expresiones más vivas de la religiosidad en la Semana Santa, una celebración que ayer se vivió con fervor, devoción y espiritualidad en toda la Isla. Ciutadella, Ferreries,Es Mercadal, Es Migjorn Gran y Maó acogieron las tradicionales procesiones del Viernes Santo, seguidas por un gran número de fieles, que acompañaron la imagen de Cristo Crucificado como símbolo de la salvación de la humanidad.
Los Via Crucis de las cofradías y hermandades fueron uno de los actos centrales del Viernes Santo, en los que se representó la crucifixión y muerte de Jesús durante el Triduo Pascual. Pero antes de las procesiones, la Catedral acogió el Oficio de la Pasión, presidido por el obispo Gerard Villalonga, quien durante su homilía recordó que en un día como el de ayer se celebra «la victoria del crucificado, que no nos fijamos en la cruz como instrumento de tormento, sino como el lugar allí donde Jesús triunfa. Jesucristo reina desde la cruz».
Posteriormente, en torno a las 20.30 horas, comenzó en la localidad de ponent una de las procesiones más concurridas. En ella participaron las ocho cofradías de Ciutadella: Hosanna, La Bona Mort, las hermandades del Nazareno y de los Penitents, Sant Crist, La Pietat, El Sant Sepulcre, la Soledat y Santa Maria Magdalena. Todas ellas recorrieron la ciudad, al son de la Banda de Música de Ciutadella y la Capella Davídica, en una velada que concluyó con el Sermón de la Soledad.
El 'Davallament' en Maó
En la otra punta de la Isla, se celebró por la tarde en la parroquia de Santa Maria el acto del Davallament, recuperado el año pasado con la participación de las cofradías del Santo Sepulcro, La Soledad y los Centuriones y la actuación de la Coral Sant Antoni. Con la nave del templo llena de fieles, se llevó a cabo la representación del descendimiento de Jesús de la Cruz del altar mayor del templo para trasladarlo a los pies de la imagen de su madre la Virgen.
Siguió la procesión del Santo Entierro desde la parroquia de Santa Maria con la participación de las cofradías del Via Crucis, San Pere, La Piedad y San Juan Evangelista, La Sang, Santo Sepulcro, San Cornelio y Nuestra Señora de los Dolores. Cerraban el cortejo los representantes del clero así como los miembros de la Orden de Caballeros del Santo Sepulcro de Jerusalén. Todos, acompañados por la banda municipal, realizaron el tradicional recorrido por las calles del centro de la ciudad.