El agradecimiento por el trabajo de acogida, atención y ayuda a las personas más vulnerables de Menorca que lleva a cabo Cáritas Diocesana constituyó uno de los mensajes de la homilía del obispo Gerard Villalonga en la Eucaristía celebrada en la tarde del domingo en la Catedral de Ciutadella con motivo de la festividad del Corpus Christi y el Jubileo de Cáritas.
La jornada empezó con un encuentro, en el Seminario, de los voluntarios que colaboran en los programas de la entidad que actúa como brazo social de la Iglesia católica en la Isla. El obispo Gerard les dio la bienvenida y elogió su dedicación y esfuerzo. Explicó el contenido del lema de Cáritas para este año: «Mientras haya personas, hay esperanza» al señalar que «cuando alguien nos extiende la mano y nos conmueve el corazón, respondemos. Es casi como un instinto, es el sentido de nuestra humanidad compartida y de este amor divino del que estamos creados».
A continuación los voluntarios se desplazaron a la Catedral, templo jubilar de la Diócesis, donde se ofició la misa de la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo. Participaron varios presbíteros y diáconos del clero diocesano, integrantes de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén y los fieles vestidos de «just» que acompañaron la custodia con Jesús sacramentado bajo palio durante la procesión que, tras la Eucaristía, recorrió el centro urbano de Ciutadella.
Caminos de esperanza
«La Eucaristía es sacramento de comunión y sacramento de caridad», manifestó el titular de la sede episcopal de Severo. Afirmó que «hoy, Día de la Caridad, la presencia de Cristo en la Eucaristía nos impulsa a continuar abriendo caminos de esperanza para los más necesitados, por lo que pedimos al Señor que abra bien nuestros ojos para que conozcamos las necesidades de los hermanos, que nos inspire las palabras y las obras para confortar a los que están cansados y agobiados».
Destacó Gerard Villalonga la labor de los voluntarios de Cáritas Diocesana de Menorca: «especialmente vuestra vida entregada al servicio de los más pobres, vuestros esfuerzos y vuestra generosidad. Como voluntarios de Cáritas, o bien a título personal, realizáis servicios diferentes, todos ellos preciosos y necesarios para llevar a cabo esta acción solidaria, fruto de vuestra fe, compromiso y esperanza».
Subrayó el mensaje del Papa León XIV sobre la unidad para «hacer frente al clima cultural que favorece el aislamiento y la autorreferencialidad, y también podremos superar algunos obstáculos internos que afectan a la vida eclesial y entorpecen la comunión y el entendimiento».
«Caminar juntos, haber peregrinado a la Catedral y salir después en procesión por las calles de Ciutadella es un signo de nuestra fidelidad al Evangelio. Pero todo ello no puede quedar en palabras, sino que debe llevarse a la vida, de ahí el valor de la ejemplaridad. No hemos de temer. Este Jubileo de Cáritas refuerza la esperanza que no defrauda, que no engaña», proclamó el obispo de Menorca en la homilía de la festividad del Corpus Christi.
Gerard Villalonga concluyó su alocución a los asistentes a esta Eucaristía, dirigiéndose a ellos con las mismas palabras que el Papa León XIV: «que crezcamos en la unidad, en la ejemplaridad y en el compromiso profético para servir a nuestro tiempo».