El 21 de octubre de 2010, publiqué en <Es Diari> un artículo sobre la tristeza en que se había sumido el reloj de Dalt la Sala por la pérdida de su compañera de toda la vida… la campana que durante tantos años había anunciado las pertinentes horas: "Hace unos días, pasando por la plaza de la Constitución frente a las Casas Consistoriales de Mahón; o sea, Dalt la Sala, oí que alguien me llamaba; me giré y pude comprobar que no había nadie alrededor de mí. José -vaig pensar-, perds facultats i escoltes veus de gent qui no hi és, s'edat no perdona. Unos días más tarde, pasando por el mismo lugar, otra vez la misma voz me volvía a llamar, miraba y nadie a mi alrededor. Eh!… Motxilero, mira per amunt i em veuràs…, vatuadell, es rellotge de Dalt la Sala que me cridava.
Mochilero: -¿Qué te pasa figura?
Reloj: -Estoy muy triste, casi rozando la depresión. Todo el mundo me tiene olvidado: cuando pasa la gente ni me mira… unos verdaderos ingratos…"
En noviembre pasado, también en <Es Diari>, decía: "Doblan las campanas"… Estos días hemos asistido a un acto importante en nuestra ciudad, la instalación de las nuevas campanas de Santa María, en el pertinente campanario, como debe ser. Pero el acto más importante, según mi criterio, fue el que tuvo lugar cuando se hizo la donación a esta emblemática parroquia. Un personaje perenne de la plaza principal de nuestra ciudad estará cargado de envidia – espero sea de la sana – ya que este anciano y entrañable personaje, se contentaría con una sola campana – ninguna de estas ocho-, o sea, con la suya propia, compañera de casi trescientos años. Me refiero a la campana municipal, que lleva años que – por motivos de seguridad – está guardada en las dependencias de Dalt la Sala, en vez de coronar a su compañero, el reloj.
Bonito hubiera sido que cuando el reloj diera las horas con su propia campana, a continuación tuviera respuesta de las ocho nuevas. «Por quién doblan las campanas», en este caso para ti, campana municipal.
Apreciado lector, ¿qué opinas si para restaurar el soporte – que se halla en estado penoso – se organizara una colecta ciudadana, sin necesidad de billetaje público? Mi opinión es que tendría respuesta positiva, como ocurrió con la nueva escultura, réplica del león original, que estaba ubicado en la entrada de la Policía Local, que no supuso un solo euro para Dalt la Sala. Curiosamente, se ha rehabilitado en los últimos años la fachada del edificio y el proyecto no ha incluido el remate, el campanario que lo corona y da esa particular fisonomía a las casas consistoriales…"
Como dice el refrán popular no es igual di arri que estirar es carro, así que me propuse gestionar con entidades, empresarios, particulares, etc. para recabar su colaboración altruista para restaurar la campana del reloj de Dalt la Sala mahonesa, así como el soporte metálico. El regidor Mateu Ainsa, el doctor Alberto Gil Iriondo y el Rotary Club Mahón-Mô han sido piezas fundamentales para poner en marcha este precioso proyecto. La empresa Talleres Mascaró Florit ha confirmado su colaboración restaurando el soporte metálico que sostiene dicha campana.
La campana ya está embalada y a punto para ser enviada a la Societé André Voegelé, de Estrasburgo, el próximo lunes 2 de junio, para su pertinente restauración.
Iremos informando puntualmente de los trabajos de los colaboradores, a través de <Es Diari>, por supuesto, con nombres y apellidos.