Una tarde del mes de agosto paseando por el puerto de Mahón con mi esposa, proposición – decente - por su parte mientras yo aparcaba la motorino, vaig a veure en Nacho por si té una taula i et convit a sopar. Regresa y me comenta: diu que sí, però té que ser a les 20.30 hores... Nos sentamos, nos trae la carta y una hoja manuscrita de los platos del día, conversación pertinente con él para saber del contenido de los próximos artículos que publicaremos cada uno en Es Diari. En la mesa vecina dos parejas de italianos, que aparentaban ser de nuestra "quinta" o algo mayores, que degustaban de una cena bien preparada como es habitual en El Cachito; nos damos cuenta que miran uno de los platos escogidos por nosotros y preguntan a Nacho qué es lo que tomábamos, explicación por su parte diciéndoles que eran anémonas, o sea, ortigas de mar. Conversaban entre ellos y degustaban la cena… Éste es mi mundo.
Se incorporan a otra mesa una pareja más joven que nosotros con sus – supongo – hijas, se sientan y antes de que les entreguen las cartas, cuatro teléfonos de última generación depositados al lado de sus vacíos platos…los cuatro dedos índices a la vez, a manipular las pantallas de los teléfonos móviles… La cena trascurre con poca conversación y mucha manipulación digital. ¡Qué pena, vatuadell cent llamps! Nosotros, a pesar de llevar más de cuarenta años de casados, seguimos dialogando, degustando la cena, contemplamos el mar, los yates, ya que donde aparcaban los coches – impidiendo estas magníficas vista y molestando con los humos de sus tubos de escape – se han instalado unas jardineras, se aparca en el paseo Marítimo y como en la película de Cantinflas "Sube y Baja", o sea, usando el ascensor para acceder al puerto…Por supuesto sin el ascensorista, el llorado Mario Moreno.
No es mi mundo si tuviera que utilizar el iphone o como se llame, para reservar mesa al restaurante, escoger la comida y bebida; no es mi mundo si tenemos que comprar vía Internet los productos necesarios del súper habitual y que te lo manden a casa; no es mi mundo reservar pista vía Internet para jugar al tenis, prefiero hablar personalmente con Sandro del Club Tenis Mahón; no es mi mundo caminar por la ciudad con el móvil en mano, sin darte cuenta de la gente que se cruza contigo, por estar pendiente de la dichosa pantallita y esquivándolos para no tropezar, etcétera.
Al final dejaremos de dialogar en los restaurantes, supermercados, con el del tenis. Apreciado lector, recordarás que con la llegada a los hogares de la televisión – normalmente había uno por familia – le pusimos un mote, la llamábamos "la caja tonta" por estar ensimismados ante ella, pero la apagábamos y salíamos a pasear o a lo que fuera. Ahora resulta que de la antigua "caja tonta" han nacido "cajitas …" y están en todas partes, como si fuera una plaga.
Vamos "mochilero" menos rollo de cenas, buena vida, etcétera y a lo tuyo que son las excursiones. Hace unos días una persona me recomendó que me diera una vuelta por el camino de Binissaida, ya que era una ruta habitual suya – en moto – siendo un peligro por la cantidad de matorrales que invadían dicho camino. Comentario pertinente con mi amigo Luis el conseller de la cosa: me informa que no es responsabilidad del Consell Insular, ya que Es Castell y Es Migjorn son los dos únicos municipios que no están consorciados con ellos, pero que no me preocupe, que lo comentará con el Alcalde. Miércoles pasado, excursión por el camino vecinal de Binissaida, la brigada municipal limpiándolo de hierbajos. Sí señor, esto es efectividad – a pesar de no estar consorciados estos dos políticos – actuando con rapidez en beneficio del ciudadano. Felicitaciones a los dos Luises.
Ya que estaba en faena y un amigo me había mandado una foto de una invasión de matorrales en una acera pública de Son Vilar, pasé para verlo in situ. Efectivamente la acera estaba forrada de "hiedra" hasta el mismo bordillo. ¿Tendrá algo que ver con la Reserva de la Biosfera? Los viandantes - y no solo para respetar el ecosistema - se ven obligados a transitar (durante este tramo) por la calzada. Si vivim coses veurem.