Estamos en plenas fiestas hemos pasado el ecuador ya que la Navidad y Fin de Año son historia. En tren de la vida nos subimos sin saber andar, pasamos las estaciones haciendo paradas, bajamos del mismo para disfrutar de una estación nueva, acompañados de familiares y amigos, unos por desgracia o por ley natural nos han abandonado en alguna estación y en cambio se han subido al convoy unos niños que nos han alegrado estos momentos de celebraciones. Cuando uno ha bajado a la estación número 70, después de disfrutar de esta parada, se alegra enormemente cuando oye el silbato del jefe de la estación, te subes y sentado cómodamente piensas, me encantaría poder llegar a la estación 71, en compañía de mis seres queridos y con salud.
Apreciado lector, seguro que piensas en tu interior, vatuadell cent llamps, que he sacado mi careta melancólica y la mochila al carajo, pues no, porque los ciudadanos como tú requieren que siga con mis excursiones…y yo encantado, porque las conversaciones con vosotros me hacen sentirme vivo para poder llegar a la estación ¡setenta y uno!
Varias personas que trabajan en el ramo de la hostelería del puerto de Mahón, me han comentado que para desplazarse a su lugar de trabajo, suben y bajan andando por una cuesta que une baixamar y la Cuesta d´en Reynés, se quejan y con razón, ya que el camino está lleno de cacas de perro, que de día las pueden esquivar en plan gimcana, lo jodido es por la noche que hay varios puntos de luz apagados, que además de pisarlas pueden tropezar con los escalones. Recomendamos a los de Dalt la Sala, reponer las luces fundidas y controlar multando a los dueños de los animales, que no recogen las mierdas de los mismos, publicando nombre y apellidos del infractor, más teniendo en cuenta que la mayoría cumplen con la normativa municipal.
Otro ciudadano, se me quejaba que en la calle Vassallo de Mahón, en frente del Club de Jubilados, existe un paso de peatones, en el cual instalaron unos semáforos para cruzarlo con seguridad, desde hace varios años los dos postes (uno torcido) solo sirven de decoración, o mejor dicho de dejadez en mantener las cosas en perfecto estado. Dicho queda.
Recibo una foto por whatsapp, de un aficionado a las excursiones por los caminos vecinales de Mahón, que un lugar parece un estercolero, o sea, un famé, con todo tipo de enseres lanzados por incívicos ciudadanos. El lugar es debajo del puente de la carretera que une la general, con el aeropuerto. Y para más cachondeo, es vecino del TIV- Mestral de Cáritas, la planta de triatges.
Nos queda la fiesta de los Reyes Magos de Oriente, que solamente pensar con la ilusión de los peques, escribiendo la carta para entregar al Paje Real, ver pasar la cabalgata y recogida pertinente de regalos, se me pone la piel de gallina. Feliz 2016.