Estos días el trabajo mochilero se me acumula a consecuencia de los encargos de personas preocupadas con el medio ambiente y los entornos ciudadanos.
Me comentaba enfadado un conocido aficionado excursionista mahonés, que en la carretera de Fornells, más concretamente en una de las pocas casetas de peones camineros que existen en nuestra isla, había un vertedero incontrolado con todo tipo de escombros, enseñándome fotografías de esta zona cercana al parque natural de S´Albufera des Grau.
Coche, mochila, máquina de retratar y rumbo a sa caseta de los peones camineros de la carretera de Fornells; mientras conducía me venía a la memoria imágenes de mi infancia, ya que mi abuelo paterno en Gori Femenías, trabajaba como conductor de la apisonadora del Ministerio de Obras Públicas, cuidando del mantenimiento de las carreteras y caminos de Menorca, juntamente con la pertinente brigada de trabajadores, o sea, los peones camineros. Cuando llego al lugar, vatuadell cent llamps, la imagen que podemos ver desde la misma carretera es patética e impresentable, que sería más apropiada para países del tercer mundo, porque no hay un cuarto, que una zona de una isla de la Reserva de la Biosfera y para más inri, cercana al parque natural. Pegados a la caseta hay tres contenedores de basura y tres para reciclar vidrio, cartón y plástico, todos ellos rodeados de todo tipo de escombros, viejos inodoros rotos, plásticos, sombrillas, material de todo tipo de obras, casco de moto, cajones de plástico, una bombona de gas, etcétera y como guinda a este desaguisado pastel un viejo sofá en todo lo alto de la montaña de escombros. Este lugar se ha convertido en un Milá II, gracias a estos impresentables ciudadanos, que se pasan por el forro las ordenanzas municipales, con la amenaza de multarlos, cuyo cartel municipal in situ dice: «Baix sanció de 300 a 1.500 euros portau-la a la deixalleria municipal o sol-licitar la recollida domiciliaria al tlf. 971361963»… Creo que sería conveniente para evitar el efecto llamada, que el mismo personal encargado de vaciar los contenedores, llamaran al citado teléfono para que se retirara toda esta porquería, esto sería trabajar en equipo.
Otro caso similar, menos espectacular, me lo había comentado mi amigo M. en la peluquería que compartimos mensualmente…«José tendrías que darte un garbeo por la carretera de Binidalí, que pegado a la misma hay un espacio que no hace mucho tiempo, era una zona verde, con dos bancos de piedra, un lugar muy agradable, pero se ha convertido en un pequeño vertedero de escombros…» Aquí no hay contenedores, pero otra vez los gamberros de turno, se dedican con nocturnidad y alevosía, a dejar abandonados restos de obra, como cubiertas rotas de uralita, tejas, plásticos, en vez de llevarlos al sitio de recogida selectiva.
Y por último para este sábado, la denuncia recibida de otro ciudadano habitual de la zona des verges de Sant Joan, que me informa que en el camino de Alcaidús, hay un enderrossall desde hace tiempo, que entorpece la circulación rodada. Personado en el lugar me di cuenta que hace un par de años ya denunciamos un derrumbe, o sea, de un enderrossall en la misma zona de este camino, cuya paret seca fue reparada en su día…se trata de un nou neixament, que deseamos tenga una vida realmente corta y que el camino quede totalmente despejado.