La cantidad y variedad de objetos que alberga la Isla del Rey – en su conjunto, no sólo el edificio del venerable Hospital Naval, debe ser casi imposible ya ahora de inventariar de manera fácilmente abarcable, y ello debido a una característica que alguna vez ya se ha comentado: su extraordinaria diversidad.
Y, tan admirable como la diversidad, es el hecho de que, dejando a parte los objetos y bienes digamos anclados en la Isla (la vegetación, también destacable, los animales, los restos arqueológicos y los edificios), toda esta riqueza procede de donaciones o cesiones desinteresadas de particulares. Y de una de ellas hablaremos hoy: un mapa de Argelia que donó Doña Margarita Caules el verano pasado.
Pareció oportuno y consecuente tratarlo con cariño, a pesar de, o mejor dicho, debido a encontrarse en un estado de pronóstico reservado, teniendo en cuenta que databa (y data) de los alrededores de 1840, del periodo inicial de la ocupación francesa de Argelia. El interés nuestro como amigos de la Isla deriva de que, como nuestros lectores saben, una de las salas del Hospital está dedicada a las emigraciones menorquinas, y la de Argelia ocupa un lugar destacado como es lógico.
Que un objeto de papel protegido con goma laca durante más de 170 años adquiera el aspecto que adquirió no es de extrañar, pero que pueda recuperar el que tiene (del que goza) actualmente es sencillamente increíble. Y ello debido a los buenos oficios, y nunca mejor dicho, de una restauradora mahonesa de cuyo nombre podemos informar a quien interese.
El mapa ahora es de color blanco, puede leerse, y puede admirarse, y un detalle del mismo destaca del conjunto: cómo en aquélla época el puerto de Mahón era de sumo interés por su posición geo-estratégica central para las comunicaciones entre el sur de Francia, la costa Este de la península ibérica y el Norte de África, y Argelia en particular. Es un hecho que se explica durante las visitas a la Isla, y resulta significativo que lo recogiese entonces un mapa auxiliar situado en la orla del mapa principal.
Sin duda otros muchos detalles merecen atención, imagino que los nombres de las comunidades originarias y sus ubicaciones de entonces pueden ser de interés para los argelinos actuales, y de ellos hay una inmensa cantidad. Los retratos de los principales protagonistas de la conquista de Argelia, respectivamente el general Bugeaud y el jefe Abd-el-Qader, que ya aparecen en mi viejo libro escolar de Historia de Francia, ocupan un lugar destacado.
Vaya pues nuestro agradecimiento más sincero a donante y restauradora, que con sus respectivas actuaciones han contribuido a enriquecer un poco más el legado de nuestra entrañable "Illa de l'Hospital".
Oscar Sbert Lozano