El pasado lunes, día primero de Mayo, fiesta del trabajo, las calles mahonesas estaban abarrotadas, en el puerto recalaron tres cruceros de turistas, grupos de la tercera edad acompañados de sus correspondientes guías, la tradicional manifestación convocada por los sindicatos, por cierto la cifra de participantes va bajando año tras año.
Los ciudadanos están desencantados con los partidos políticos, con los sindicatos, a consecuencia de la corrupción, prevaricación, también de las peleas para conseguir una silla muy bien remunerada, sea cargo político o sindical y en contra de las puertas giratorias políticas. Lo ideal sería que los cargos tuvieran una fecha de caducidad y se dejara paso a personas procedentes del campo empresarial, del comercial, la industria, el sector agrario, etcétera, con la ilusión de llevar a cabo un servicio en beneficio del pueblo llano.
Apreciado lector, seguro que estás de acuerdo conmigo, que uno de los principales problemas es la corrupción política y sindical, que, como dijo Aquel que crucificaron en la cruz: el que esté libre de pecado que tire la primera piedra.
Vatuadell cent llamps, ya me he enrollado con unos temas que los ciudadanos estamos hasta la coronilla; de los vividores no productivos, que queremos ver a los condenados por corrupción en la cárcel, pero…que devuelvan con creces lo que han robado. Como dijo alguien, el dinero público no es de nadie, pues no señor, es nuestro, de todos los contribuyentes. Lo que votamos en las elecciones es a los administradores de nuestro dinero.
Paseando por la plaza de la Constitución, me para M. un conocido de la infancia, nos saludamos, los dos somos caminantes habituales del puerto de Mahón para ir a quemar calorías, recomendación pertinente: José, tens de fer un article sobre un problema d´una de ses costes, molt perillós. Le pregunto si es la cuesta des Moret, cerrada desde hace años, la de Can Reinés, la de la Miranda, estas cerradas por obras; pues no, se refería a la de Ses Piques, el problema es la barandilla de piedra, como dice en plan coña la «gran muralla», que protege la acera del acantilado, es enana…perdón, debería decir bajita, de poca altura, etcétera, enana, con todas las letras, una pared sin barandilla, que en algunos tramos da miedo acercarse para no caerse por el acantilado. La altura máxima te llega hasta las rodillas, las nuestras, no las de Pau Gasol por supuesto.
Las barandillas son unos elementos que tienen por objeto el proteger contra los riesgos de caída fortuita al vacío de personas circulando o trabajando y la altura mínima será de 110 centímetros a partir del nivel del piso.
Como se trata de una reivindicación que viene de antiguo, recomendaría a los dirigentes actuales de Dalt la Sala, ya que los anteriores no hicieron ni puñetero caso, instalen un pasamos sobre la barandilla actual de piedra, ganando altura y por supuesto seguridad al peatón.
Pd. No me cansaré de denunciar la patética imagen de ses Piques de S´Hort Nou, ya que los ladrillos de color rojo, se tendrían que sustituir por piedras de mares o pedra viva, como son los que podemos ver por los caminos y llocs de Menorca.