Para quien no lo ha vivido en sus propias carnes, es difícil hacerse a la idea de lo duro que es trabajar en la hostelería en plena temporada alta. Por eso se aprecian tanto los momentos de desconexión: sentarse en una terraza a la sombra, charlar con los compañeros y, por qué no… probar algún que otro producto de belleza recién adquirido. Es el caso de estas divertidas mascarillas cosméticas que un grupo de cocineros ponía a prueba, con grandes dosis de buen humor, durante un receso en su trabajo este fin de semana en el Moll d’en Pons de Es Castell. Que en la cocina, con el calor del verano y los fogones, el cutis se resiente y todo el cariño extra que pueda recibir seguro que lo agradecerá. ¡Gracias por el trabajo y la simpatía!
Un merecido receso para mimar el cutis
Foto: Katerina Pu
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