La creencia popular indica que algunos jubilados gustan de pasar el tiempo viendo obras. Algunas, por su impacto, merecen la atención de públicos de todas las edades.
La ampliación de la carretera de La Mola, en su tramo más cercano a la Colàrsega, es todo un espectáculo.Un desmonte voluminoso y el devenir de maquinaria pesada dan para una o varias mañanas.