Los mahoneses despidieron ayer noche, con el lanzamiento de los fuegos artificiales desde la isla Pinto, las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia de este año que han transcurrido para el triple signo de muchas vivencias compartidas, una elevada participación y una acertada organización, tanto en los aspectos protocolarios de sa colcada y los actos religiosos, como los dispositivos para garantizar la seguridad y el tráfico.
El programa de actividades festivas diseñado por el Ayuntamiento de Maó con la colaboración de numerosas entidades y asociaciones, arrancó con fuerza, días antes, para 'calentar' el ambiente y generar la expectación en torno a los días grandes del 7 y el 8 de septiembre, cuando los protagonistas principales de la fiesta más esperada del año son los briosos caballos con los caixers i cavallers.
La climatología también ha acompañado, de manera que las calles y plazas, además de los escenarios tradicionales, presentaban un aspecto singular, con centenares de personas dispuestas a vivir las fiestas.
A destacar también la ausencia de incidentes y la compenetración de la Junta de Caixers, encabezada por la alcaldesa y caixera batlessa Águeda Reynés.