El transporte público en Menorca ha registrado durante la última década un incremento muy significativo, al pasar de 1,2 millones de pasajeros en 2002 a más de dos millones del 2013. El año con mayor volumen de usuarios se alcanzó en 2008 con la cifra récord de 2,3 millones de pasajeros en las diferentes líneas regulares que son atendidas por autobuses.
Los efectos de la crisis económica y también los reajustes de frecuencias para paliar las elevadas cifras de déficit que arrojaban determinados trayectos han motivado, según el Observatori Socioambiental de Menorca (Obsam) la disminución que se ha producido en los últimos cinco años.
El Consell insular ha tenido que pagar durante este mandato numerosas facturas extrapresupuestarias en concepto de trayectos y rutas que habían cubierto las compañías de autobuses tras recibir simples autorizaciones verbales.
Nadie cuestiona la bondad y el interés del transporte público, pero también es preciso aplicar criterios de sentido común y de racionalidad, tal como se ha hecho desde el 2011 para garantizar el servicio y reducir costes. Al mismo tiempo, el Consell debe exigir al Govern que incremente la dotación económica que destina al transporte público de Menorca.