El Cercle d'Economia de Menorca calificó ayer de «inaplazables» dos actuaciones para mejorar la gestión del agua en Menorca: la construcción de las canalizaciones para conectar la desaladora de Ciutadella con el servicio municipal de suministro de agua. Y en segundo lugar, la puesta en marcha de un plan para la regeneración y aprovechamiento de las aguas residuales de la Isla para uso agrario y la recarga de los acuíferos.
Esta actuación, avalada por numerosas experiencias, reduciría los vertidos de aguas residuales al mar; mejoraría el balance hídrico de los acuíferos y la calidad de las aguas subterráneas. Todas estas iniciativas se han de impulsar, gestionar y ejecutar desde Menorca, lo que implica que el Consell insular debe asumir la gestión del agua como recurso. En la actualidad esta competencia corresponde al Govern balear, que la ejerce a través de la Dirección General de Recursos Hídrics. Pero hay que cambiar este escenario. El Consell insular debe comprometerse con este reto y hacerse cargo, tal como establece el artículo 71 del Estatut d'Autonomia y en aplicación del principio de subsidiariedad, de la función ejecutiva y la gestión del agua en Menorca.