El único espacio disponible del vertedero de Milà donde hoy se pueden depositar los residuos generados en toda la isla, con una capacidad de almacenamiento limitada a 46.000 metros cúbicos, está al limite. En cuatro meses -plazo que los técnicos han situado entre finales de abril y principios de mayo- volverá a estar colmatado.
Desde diciembre del 2014, por decisión de la Comisión Balear de Medio Ambiente, permanece clausurada e inactiva otra zona del vertedero, la denominada 'celda III', sellada cuando se detectaron deficiencias en su impermeabilización. Ante el evidente riesgo de contaminación de los acuíferos por filtraciones de los lixiviados, este espacio no volverá a ser operativo hasta que se hayan llevado a cabo con éxito las medidas de reparación. El Govern balear debe autorizar estas obras, cuyo plazo de ejecución se ha fijado en cinco meses. Consell y Govern deben acelerar las gestiones para normalizar la situación del vertedero insular y evitar que en breve vuelva a verse desbordado.
Aunque la cuestión de fondo sigue siendo si los terrenos de Milà son los adecuados para una correcta gestión de los residuos urbanos de Menorca.