El anteproyecto de Ley de Urbanismo redactado por el Govern incluye un blindaje para la protección del territorio al establecer que no se paguen indemnizaciones por la protección del territorio. Una cuestión que suscitó amplia controversia hace unas décadas, con numerosas demandas y reclamaciones judiciales. Se afianzó la doctrina de que los promotores tenían derecho a cobrar los gastos de los proyectos, pero no el lucro cesante por la fallida expectativa del futuro negocio.
Falta una regulación legal que especifique cuando se causan, o no, daños a la iniciativa privada. La defensa del territorio motivó protestas, movilizaciones y manifestaciones. La Ley de Espacios Naturales, aprobada en 1991, consagró la protección de numerosas zonas por sus valores ecológicos, medioambientales y paisajísticos. La ley que prepara el Govern no puede despreciar nuevas iniciativas urbanísticas que, con pleno respeto al medio ambiente, puedan surgir en el futuro. Hay que evitar proyectos especuladores que sólo buscaban la indemnización, pero hay que aceptar y tramitar proyectos coherentes. Demasiado proteccionismo a ultranza cosechará fracasos.