La Sindicatura de Comptes de Balears, que preside hoy el menorquín Joan Rosselló, ha advertido con la imposición de multas coercitivas a la presidenta del Consell de Menorca, Susana Mora, al no haber entregado aún las cuentas del año pasado. La primera institución política menorquina es la única administración que aún no ha rendido cuentas ante la Sindicatura, lo que motiva una severa reprimenda, que incluye la posibilidad de retener las transferencias derivadas de los tributos estatales así como la consideración de infracción muy grave con la imposición de sanciones.
La consecuencia más grave de este incumplimiento consiste en que impide de hecho la fiscalización de la actividad pública que tienen encomendado los órganos de control externo, concretamente el Tribunal de Cuentas y la Sindicatura de Cuentas. El organismo que preside Joan Rosselló ya ha requerido en dos ocasiones al equipo de gobierno del Consell para que aporte las cuentas del 2017.
Esta demora debe ser subsanada de inmediato para el control externo de la gestión presupuestaria del Consell. No se comprende el retraso con la nutrida plantilla de funcionarios con que cuenta la institución.