El rechazo de los alcaldes de Menorca a renunciar a las inversiones que ya cuentan con dotación presupuestaria con cargo a los fondos de la ecotasa motivó el desplazamiento a la Isla, ayer, de la presidenta del Govern, Francina Armengol. El encuentro acabó sin acuerdo porque, sin distinción de color político, los primeros ediles menorquines reivindican que se lleven a cabo los equipamientos, obras y actuaciones ya aprobadas.
En los próximos días, sin que se haya concretado ninguna fecha, se debe dar respuesta a muchas preguntas: ¿qué inversiones previstas con la ecotasa pueden ser aplazadas? Dicho de otra manera, ¿qué alcalde está dispuesto a renunciar a los proyectos para su municipio sin saber cuándo se podrán llevar a cabo? Porque, ¿es aplazable el Centro de FP de Hostelería en Ciutadella?, que ya contaba con partida en los presupuestos autonómicos del 2018 y 2019; o el Conservatorio de Música en Maó, que también tenía partida asignada, pero desapareció como las del Centro del FP de Hostelería de Ciutadella. ¿Hay que retrasar el Pati de sa Lluna de Alaior, el equipamiento de Binicodrell en Es Migjorn o la compra de Sa Tanca en Sant Lluís? Demasiadas preguntas.