El 21 de julio un numeroso grupo de profesores de Secundaria denunció la «irresponsabilidad y negligencia» de la Conselleria de Educación por la «deficiente planificación del curso 2020-21». Y advirtió que «el contagio en las aulas está garantizado; la Conselleria aboca inevitablemente su personal al contagio». Con dos jornadas de clases, se han confirmado 29 positivos en los centros docentes de Balears.
El 12 de agosto, el profesorado del IES Josep Maria Quadrado de Ciutadella se refirió al dilema moral que debían afrontar: «se descarga en los equipos directivos de los centros la responsabilidad para que el entorno sea seguro al regresar a la enseñanza presencial, pero sin los recursos materiales y humanos necesarios y suficientes para cumplir este objetivo».
Y sólo tres días antes de empezar el curso, 222 familias de Menorca afirmaron que «las escuelas no tienen los recursos, ni el profesorado, ni los espacios solicitados». Demasiada improvisación y precipitaciones, con la negativa de hacer test PCR a los docentes. El Govern debe conciliar los derechos de la educación y la salud, lo que significa que las aulas han de ser seguras y hoy provocan temor e inquietud en Balears.