Un segundo interno del Centro sociosanitario Santa Rita de Ciutadella ingresó ayer en el hospital Mateu Orfila. Estaba en cuarentena tras el primer positivo detectado el domingo en este geriátrico donde hay otros siete usuarios aislados.
Al mismo tiempo, ocho trabajadores de residencias de personas mayores de Menorca también han infectado con el coronavirus. La opinión pública menorquina constata, con preocupación, como el 22 por ciento de los empleados de Santa Rita han rechazado vacunarse, siendo este centro el que lidera en la Isla la negativa de los trabajadores a recibir la vacuna.
En Francia, el presidente Macron ha anunciado la obligatoriedad de vacunación para todo el personal sanitario y el que trabaja en las residencias de ancianos. Un sector de los médicos y de enfermería era hasta ahora reacio a inmunizarse. Se les da de plazo hasta el 15 de septiembre. Entonces comenzarán los controles y las eventuales sanciones. La consellera de Asuntos Sociales del Govern, Fina Santiago, reclama «responsabilidad individual» a quienes trabajan en los geriátricos de Balears y les insta a vacunarse. Con su negativa crean situaciones de riesgo para los usuarios que se deben evitar.