La Isla no puede quedar excluida de cualquier plan nacional que se destine a la mejora de las zonas turísticas. Si los fondos europeos han de servir para un cambio de modelo económico, el principal sector de nuestra economía no ha de quedar al margen. Por eso, la iniciativa de Exceltur, aunque corresponda a una asociación privada, de proponer un Perte turístico a la ministra de Turismo, Reyes Maroto, discrimina a la Isla y beneficia a zonas concretas de Mallorca y Eivissa.
No es de recibo el argumento de que Menorca no cuenta con zonas declaradas maduras, una figura que se creó para impulsar mejoras en los hoteles flexibilizando las normas urbanísticas. Cuando en 2013 se puso sobre la mesa la declaración de zonas maduras, ni los empresarios turísticos ni las administraciones se acogieron a ello. Ahora, esa posición no puede ser la causa de una discriminación en el momento clave de desarrollo de los planes con fondos UE.
Es evidente que en la Isla existen zonas, y no pocas, que precisan de una actuación pública y privada que las haga más competitivas como destino turístico de calidad en un mercado cada vez más exigente.